Hace poco leí un párrafo de una escritora Colombiana que dice: “La mujer Chantilly es la que se siente igual de feliz sola que acompañada, pero bien acompañada, quiere decir, que es una mujer tan clara y valiente que no tendrá ningún inconveniente en andar sola por la vida, si en el camino no ha encontrado a alguien que la valore tal como ella siente que lo merece. Es una mujer que no asume la soledad como una enfermedad, sino por el contrario, como un momento grandioso para disfrutarlo a solas, porque si no sabemos estar con nosotras mismas, ¿Qué nos hace pensar que podremos disfrutar de estar con alguien más?”
Totalmente identificada con el artículo, decidí compartirlo en una página de red social y entonces, muchas de las mujeres que siguen mi perfil, reaccionaron; de pronto, todas querían ser una “Chantilly”. Lo que me causó curiosidad, fue que los pocos hombres que respondieron a tales comentarios, sacaron a relucir su papel de salva-vidas y se ofrecieron muy amablemente a estar disponibles cuando aquella lista de mujeres decidieran dejar la “Chantillada”
Fue cuando me di a la tarea de recopilar ciertas opiniones de los hombres en cuanto a este tema. Entre algunas de las respuestas que recibí de los caballeros fue: “Eso dicen todas las frustradas que no consiguen hombres”, “La chantillada es para las despechadas o para las que fueron abandonadas por sus maridos” y los más bromistas dijeron cosas como: “Espera que me conozcan y se les quitarán las ganas de estar solas”, todo esto me recuerda al señor que preguntó que si yo podía hablar de éxito, por qué estaba entonces “Sola”?
¿Por qué al hombre le cuesta tanto aceptar y admirar a la mujer que logra tener una estabilidad y armonía mientras no tiene pareja? ¿Por qué ellos en vez de admiración, se siente retados? ¿Qué sucede con el hombre “Chantilly”? Todas estas reacciones relacionadas al “Machismo o feminismo común”, vienen de la necesidad de sentirse necesitado, y aquí hablamos de hombres y mujeres en general, ya no del sexo, sino del SER. El SER en busca de la plenitud.
Denomino PLENITUD, al estado de completo gozo, de paz espiritual, y al conocimiento que te hace sentir completo con quien eres, estés donde estés, vayas donde vayas, Aquí y ahora. La plenitud encierra todo el sentido de estar completos, sin vacíos. El ARTE DE VIVIR EN PLENITUD, es en conclusión, la alegría de encontrar en tu propio SER, lo que la mayoría del mundo busca en el otro, afuera. Y esta es la parte que la mayoría de hombres, tanto como mujeres necesitan reforzar en nuestra sociedad
La vida de pareja es hermosa mientras haya armonía entre quienes la componen, mientras ambos quieran estar en la relación, mientras haya amor y respeto, sin embargo, el autentico valor del SER humano está en el disfrute pleno de su espacio, en el valor que cada uno encuentra dentro de sí, en la armonía entre lo que se piensa y lo que se hace. Es sano el proceso de elección a estar en compañía del propio SER.
Dice entonces la Santo Domingo que “Chantillología es una técnica de Seducción” y en mi aprobación a su punto de vista, podría decir por experiencia propia y por conocimiento de causa por medio de mis entrenamientos personales, que cuando se está sin pareja, la seducción entra en gran furor. Tanto el hombre como la mujer se envuelven en las fantasías de lo que quieren atraer a sus vidas. La preparación mental provoca una emoción y alboroto que muchas parejas desafortunadamente, pierden. La seguridad de quienes logran estar en armonía con su presencia, les da un aire de frescura y Libertad de elección. Se vuelven más finos y refinados para escoger a sus futuras parejas.
No me gusta la expresión “Estar solo/a”. Los solteros y solteras NO lo están. Nunca se está en soledad cuando se elige tomar el espacio para no tener la compañía constante de una pareja, cuando se quiere y se aprovecha el tiempo para crecer, para evolucionar, para poner las ideas en orden, para enfocarse en alcanzar una meta personal y para algo vital; para SANAR mental y espiritualmente después de una ruptura que haya sido dolorosa.
¿Estamos entonces quedándonos solteronas o solterones amargados, o nos estamos preparando para subir al próximo nivel? TÚ y solo tú, ELIGES.
Opta por estar "Solo", cuando te “dejen” solo, y sobrará, quien te quiera acompañar.
Mireya Posada
Escritora y Conferencista Internacional