Desde
su creación en 1984, en Quebec, Canadá, hasta ahora, el Cirque du Soleil ha sido visitado por más de 100 millones de
espectadores de todo el mundo. Su personal, compuesto por artistas de todos los
campos, alcanza poco más de 5,000 personas, quienes junto al señor Guy Laliberté; fundador de este magno
evento, se unen en solidaridad con nuestro planeta en su lucha contra la
pobreza extrema, por medio de su fundación One
Drop. Organización que provee agua potable y servicios sanitarios a los
países en vía de desarrollo.
50
nacionalidades y 25 idiomas diferentes, hacen de esta compañía una fuente de
creatividad artística en la cual el idioma del corazón y del amor al arte, une
a acróbatas, payasos, malabaristas, bailarines, contorsionistas, músicos,
actores, clavadistas, patinadores y todo tipo de profesionales del mundo del
entretenimiento en una sola función. Espectáculo en el que nuestra comunidad
latina dice presente.
Y
es que hoy en día, las risas y miradas de admiración de espectadores de todo el
mundo, se centran en dos de los nuestros; Daniel Gutiérrez y Facundo Giménez.
Dos talentosos latinos que representan y enorgullecen a nuestra comunidad con
su fantástica actuación. Y quienes hoy, conversan en exclusiva para THE LATINO SHOW MAGAZINE.
Daniel Gutiérrez
Es posible volar!
Por
segundos, Danny G como cariñosamente lo llaman sus amigos, se sumerge en una
profunda meditación; no hay pensamientos, su cuerpo libera grandes cantidades
de adrenalina y su memoria muscular ejecuta una rutina de 100 a 110 segundos de
movimientos de alta intensidad y asombrosa belleza. Todo, mientras su cuerpo se
desplaza por el aire en una danza perfecta y armónica, combinando plasticidad,
agilidad, coordinación, fuerza y propulsión en sus acrobacias, saltos y
piruetas. Por segundos, desafía la gravedad y los límites del SER humano. Simplemente
vuela! ¿Cómo es posible lograrlo?
“Cuando
haces lo que te gusta con dedicación y una gran motivación”. Esta es la fórmula
mágica de Daniel Gutiérrez, un joven nacido en valencia, Venezuela quien a los
4 años de edad empezó a practicar gimnasia olímpica. Luego, artes marciales y
patinaje.
Tenía
11 años cuando vio por televisión el Cirque
du Soleil y le dijo a su mami que él quería estar ahí. En aquel entonces,
aun siendo un niño, visualizó
su objetivo. A los 17 años estudió química industrial y a los 19 emigró a
Estados Unidos de América buscando la
realización de su sueño; contando siempre con el amor y el apoyo de su madre,
lo hizo realidad.
Llegó
a Miami. Trabajó como muchos inmigrantes en restaurantes y un día, se encontró
con un grupo de patinadores que le enseñaron que en ese país había una gran
oportunidad para hacer de su pasión, una profesión. Motivado por su sueño, fue
a una audición en Disney World donde
lo aceptaron desde el primer día. Así empezó su rápida carrera. Participó en los
Shows de Tarzan e Indiana Jones, lo que le abrió las puertas para estar en el
circo más importante del mundo; El circo del Sol (Cirque du Soleil). Con ellos,
se le dio la oportunidad de recorrer el mundo y compartir con personas de
diversas culturas; de esta experiencia nos comparte la lección mas importante
que aprendió: “Me siento muy orgulloso de ser latino. Salí de mi país huyendo
de la violencia, buscando oportunidades, pero ahora veo que los problemas de
nuestros países no sólo son responsabilidad del gobierno, también lo son de cada
persona. Debemos cambiar nuestro comportamiento, cumplir las normas, tener
valores, ser pacientes, crear conciencia y seguir expandiéndola. La
comunicación humana no solo es verbal. El ejemplo es muy importante porque
genera un impacto, hace que otras personas lo imiten, pero lo más importante es
tener pensamientos positivos. Se ha demostrado que estos, se pueden comunicar
de una mente a otra. Así, se genera la conciencia
masiva”. Actualmente reside en la ciudad de Los Ángeles California y su
siguiente meta es ser actor para películas en español y doble en escenas
peligrosas. “Danni G” es la manifestación del arte; pinta, actúa, es DJ, hace
fotografía y videos, practica deportes extremos y se tatúa el cuerpo. Cuando le
preguntamos qué significan los tatuajes,
dijo que le encantan, los admira hasta en el cuerpo de una mujer. Para él, algunos
son arte, pero luce especialmente imágenes de geometría sagrada; la Flor de la Vida que representa la
creación y la conciencia.
El
mensaje que Daniel dejaría para cada espectador de su show es: “Sé Fiel a tu pasión,
no la olvides. Manifiesta tu arte. Si te gusta cantar: Canta!” dice con una
alegre y contagiosa risa este maravilloso acróbata, quien disfruta con
intensidad cada instante de su vida gracias a que está siempre conectado con su
mente, su cuerpo y su espíritu y a que se mantiene en perfecta armonía con el
Universo.
Facundo Giménez
Hacer reír es cosa seria
Ser
payaso es un trabajo muy serio. Se necesita personalidad, disciplina artística,
perseverancia y una gran preparación.
Siendo
hijo de bailarines profesionales, Facundo Giménez estuvo envuelto en el mundo
artístico desde muy temprana edad. Sus padres trabajaban en el circo, en
Argentina, su tierra natal. Un día cualquiera, cuando contaba con escasos 7 años,
en medio de sus jocosas rutinas y a forma de broma, su madre le puso una nariz
roja y lo animó a actuar. Desde entonces, han pasado 20 años de caras pintadas
donde hacer reír a la gente se convirtió en una profesión, y en su más grande
pasión.
En
el 2007, en México, donde actualmente vive su familia, fue elegido entre 130
payasos y mimos actores como uno de los cinco personajes principales. Él,
representaría por cuatro años consecutivos al payaso Wimpy en el show Wintuck del
Cirque du Soleil en el Madison Square
Garden, en la ciudad de Nueva York. Una asignación con gran peso de
responsabilidad, ya que la alta reputación de este circo le exige tener una
calidad inigualable en sus presentaciones.
Con
el pasar de los años, Facundo ha desarrollado una intuición actoral. El primer
show de cada ciudad es como una prueba. Según el país, la gente se ríe de
diferentes cosas y solo un experto como este actor y bailarín profesional, logra
estar lo suficientemente atento para percibir la reacción de la gente y hacerle
“ajustes” a su presentación. “Cada escenario tiene su propia energía, cada uno
es diferente. Siempre analizo cuales son las cosas que tocan a cada público, en
cada lugar, y me permito improvisar para hacer de cada show una experiencia
única”; dice este divertidísimo joven. “He aprendido a descubrir la llave maestra
para conectarme con cada escenario en momentos difíciles y hacer de cada obra
la mejor. Y esto, solo se logra con la experiencia”
La
historia de cada show se prepara por un periodo de ocho meses, antes de su
presentación ante el público. Además de hacer su propio maquillaje, este
argentino se entrena físicamente por medio de rigurosas rutinas de ejercicios y
una muy sana alimentación. “Cuando los directores del circo saben que eres
responsable y aplicado, te respetan. Ellos saben apreciar la disciplina”.
Y
como cada ganador, Facundo cree que hay que ser constante y seguir los sueños.
No dejar las cosas a medias cuando sabes que puedes llegar lejos. El se siente
orgulloso de poner el nombre de los latinos en alto en el mundo artístico del Cirque du Soleil.
“Los
latinos siempre estamos más abiertos a reírnos sin sentir vergüenza, somos muy
expresivos. Las cunas de espectáculos más grandes del mundo abrazan ahora a
nuestra comunidad y nos permiten actuar con los mejores, demostrar nuestros
talentos, conectarnos a nuestro arte y hacer cosas en grande. La vida artística
puede llegar a ser difícil, como cualquier otro oficio, pero si eres constante
y profesional, llegas lejos en cualquier ocupación que elijas”
Entrevista a Facundo Giménez Por Mireya Posada
Entrevista a Daniel
Gutiérrez Por Nora Elena Vinasco
LATINO SHOW MAGAZINE
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